¿Qué sistema educativo es el mejor?

 ¡Hola de nuevo! En los últimos años, parece que cada vez que se habla de sistemas educativos eficientes y novedosos sale el nombre de Finlandia, un sistema caracterizado por la flexibilidad. En el extremo opuesto se encuentra el sistema de Corea del Sur, caracterizado por la cultura del esfuerzo: los alumnos pasan horas y horas tratando de conseguir la excelencia académica. Curiosamente, ambos sistemas, diametralmente opuestos, han demostrado muy buenos resultados pero, ¿cuál de los dos es mejor? En mi opinión, el sistema surcoreano definitivamente no. En primer lugar, porque tienen una de las tasas de suicidio más altas entre los estudiantes debido a la gran presión a la que se someten ellos mismos y a la que les someten los demás. Considero que un poco de presión y de competitividad puede ser algo beneficioso, pero llevado al extremo se convierte en un monstruo difícil de controlar. Nada, absolutamente nada, justifica que una persona pueda sentirse tan desesperada y decepcionada consigo misma como para quitarse la vida; ni la excelencia académica y la aprobación y la admiración de su familia ni ninguna otra cosa. En segundo lugar, porque no me da para nada la impresión, después de haber visto en clase el video de Corea del Sur, que los niños y jóvenes disfruten aprendiendo... (¿cómo podrían, con semejante presión?) Más bien estudiar se convierte en una tortura y en un motivo de infelicidad e insatisfacción, pues descuidan el aprendizaje de otras parcelas de su vida que también son necesarias (el aprendizaje social, el descubrir qué es lo que les apasiona de verdad, etc.) para tratar de alcanzar una perfección académica que no existe... Como se ha dicho siempre en mi familia, lo mejor es enemigo de lo bueno. 

Además, en mi experiencia la mejor forma de aprender cosas nuevas (y no de estudiar para aprobar y olvidar lo aprendido a las dos semanas) es disfrutar aprendiendo y no haciéndolo porque se supone que es lo que tienes que hacer y, como ya he dicho, dudo que haya mucho disfrute en las vidas de esos estudiantes. Por ello, aunque seguramente no sea un sistema perfecto y sea difícil de aplicar, me inclino por el sistema finlandés, pues busca que el alumno disfrute aprendiendo y se conozca a sí mismo y qué es lo que le apasiona, haciendo que el alumno estudie por interés genuino y en un ambiente más relajado y feliz, en lugar de verse forzado a ello por un sistema rígido e inflexible.